El análisis de la microcuenca de Cajititlán revela que la construcción del macrolibramiento ha tenido un impacto mínimo en los patrones hidrológicos de la región. Los resultados indican que la cantidad de precipitación obstruida por la infraestructura es muy baja, y no se observa una relación significativa entre el macrolibramiento y alteraciones en el flujo de agua o en la infiltración. La infraestructura ha sido diseñada para minimizar las obstrucciones y preservar los patrones naturales de escorrentía, lo que explica la falta de repercusiones notables en la microcuenca. Por tanto, el estudio concluye que el macrolibramiento no ha causado impactos hidrológicos sustanciales en la zona.